Algo por decir... (parte II)

El viernes 29/10 con el dolor por la muerte de Néstor cerquita (dolor que aún perdura con un dejo de incredulidad cada vez que leo el diario y se habla de él en ausencia), discutí con una joven de 25 años, profesional, de posición clase media bien que trabaja en un lugar donde cotidianamente hay niños que todavía no la pasan bien, pibes y pibas pobres que todavía carecen de cosas para dignificar su vida.

Ese lugar esta ubicado en un barriada popular de la ciudad de La Plata. Un barrio de casas bajas, muchas de madera, sin cloacas, con zanjas llenas de panzuditos, con poca luminaria entre otros olvidos del intendente Pablo Bruera, que lanza a los cooperativistas a tapar baches y pintar cordones, pero jamás, en los tres años que lleva, a realizar obras importantes para los habitantes barriales.

Me voy por la ramas, retomo lo que voy a contar respecto a la discusión con la joven profesional que mientras estaba de duelo, ese viernes 29/10, comenzó a sacar al gorila platense, pacato y pueblerino. En vez de respetar el dolor, comenzó a preguntarse/me por que ese dolor, si todo esta peor, que la educación esto, que la inseguridad aquello y que lo otro también. Claro que no puede callarme ante semejante provocación y dije algunas cosas. En primer lugar le remarque en que barrio decía lo que decía, que en 2002, el que tenía la suerte de levantarse temprano para ir laburar, veía una cantidad impresionante de carros tirados por tracción equina o humano. Que a medida que uno avanzaba desde el barrio hacía el centro veía chicos, familias revolviendo la basura de aquellos que tuvieron la suerte de no caerse del mundo o de aquellos que sobrevieron en la corniza, también se veían menos frecuencias de colectivos y no repletos. Le remarque que en 2010, realizando el mismo recorrido uno ve a pueblo que sale en bicis a laburar, muchas bicis. no se ven, y esto lo asevero, en aeropuerto, pibes y pibas revolviendo basura para comer las sobras (no digo que no pase), los colectivos viajan repletos de pueblos con frecuencias que no dan abasto para llevar y traer con comodidad a los laburantes o a los pibes que van a los colegios.

Le remarque que con solo conocer un poco un barrio popular, haber conocido como fue antes de 2003 y como es ahora podría llegar a entender el sentimento popular por la muerte de Néstor. Pero que claro, la entendía le dije, jamás se pelo el culo sufriendo una carencia y si al menos lo hubiera sentido no se atrevería a decir lo que dice. El gorila fluye en el odio de clase que se enconde en el discursete de la educación. Los negros deben ser educados, saber decir gracias y por favor a los que saben más y extienden su mano caritativa. Pero solo eso. No sea cosa que al negro se le de por reclamar, porque hay si que es un mal educado con alma de negro que no entiende su lugar. Y cuando aparece un líder que le muestra al negro que se puede plantar se lo va a odiar.

A unos días de la muerte de Néstor la relación con la joven en cuestión no es la misma. Ella se colocó en el lugar del raciocinio, de la inteligencia, y desde ese (falso pedestal mira). Yo, cómodo en el lugar de negro que siente y vive el pueblo que es la mejor manera de ser racional. Y no miro desde arriba, miro a los costados que es donde están mis iguales.