Néstor en La Plata

Llegó al Centro Basko pasadas las 20 hs y dio comienzo la conferencia de prensa. Distendido, sólido, con su saco abierto. Contesto las preguntas de los ¿periodistas? Se enojo con el empleado del mes de clarín, que más que hacer de periodista hizo lo que fue a hacer: vocero del oligopolio de medios más grandes. No preguntó, atacó. El cuestionamiento fue más o menos el siguiente: ¿Que piensa hacer con el dinero que cobra mensualmente como pensión honorífica? ¿ Hará como otros ex presidente que la donaron (en clara alusión a Alfonsín)? El empleado de clarín cumplió con su mandato: atacar para molestar. Néstor como siempre contragolpeo con la verdad, al decirle que era un enviado del grupo, a lo que el periodista se defendió diciendo: A mi no me manda nadie. No pibe, si caíste de un paracaídas.

Terminada la conferencia, el ex presidente pasó al salón, donde lo esperaba la militancia, la vieja, la joven, la de antes, la de ahora. La militancia peronistas, pero no todos. Allí, ante un salón repletó de cuadros, pero no de los colgados, sino de los que laburan todos los días, con contradicciones o no. pero comprometidos en esta etapa, habló Néstor.

Rescataremos algunos de los concepto centrales que el compañero pingüino expuso en el encuentro con la militancia. En primer lugar enumero porque lo ataca la derecha y expuso las cuestiones que no le perdonan: A ver bajado el cuadro de Videla no es perdonable, la unión de la latinoamerica no es perdonable, terminar con las leyes de obediencia de vida y punto final no se perdona, el desprenderse de la garrapata del FMI no se perdona y las paritarias no van a ser perdonadas jamás. Que los obreros vuelvan a tener los derechos laborales y que el estado vele por estos, nunca pero nunca será perdonado.

Néstor es fue muy claro: La derecha golpea con sus medios y hablo de la importancia de la ley de medios, entregó unos borradores para que la militancia la lea y de esta manera defienda en todos los ámbitos el debate que se viene.

Nunca, nunca, pero nunca van a claudicar la convicciones, nunca se bajan las banderas. Esto molesta, la oposición pensó que luego del 28 de junio, este gobierno, con Cristina a la cabeza, iba a retroceder. Pero no. Y Néstor fue muy claro, no se van a abandonar las convicciones, los sueños, las esperanzas. Porque desde arriba están mirando. Y acá abajo en La Plata siguen caminando los miles de compañeros desaparecidos. Todavía siguen dando vueltas los sueños de esos miles que pusieron el cuerpo, entregaron sus vidas, y aún hoy nos regalan sus utopías. Y acá los estaremos atrapando, por nuestro ideales y porque creemos es Néstor y en Cristina.