Sentimiento inteligente

"Aquí no necesitamos muchas inteligencias sino muchos corazones, porque el justicialismo se aprende más con el corazón que con la inteligencia" Eva Perón

Que fuerza tiene la frase pronunciada por evita. En este blog, colocamos una encuesta donde preguntamos el grado de peronismo que todos llevamos en la sangre. Porque todos tenemos un cacho de peronismo en las venas. Los anti son porque existe el peronismo. De otra manera seguramente no serían. Es la existencia del movimiento que lleva el nombre del General lo que les da un poco de sangre a los insulsos medio pelo y tilingos de este país.
La pregunta que se puede leer en el blog es ¿Nunca me metí en política, siempre fui peronista? Estas palabras fueron puestas en boca de Gatica por el Gran Favio. Recomendamos ver esa gran película del compañero Leonardo.
Desarmemos un poco estas dos frases. La de Eva dice que no necesitamos muchas inteligencias, con el corazón aprendemos. Es el corazón el que nos marca la solidaridad, la verdadera, esa donde el problema de aquel, que no consigue trabajo es de todos, no solo de él. Con el corazón nos relacionamos y generamos vínculos. No conozco a nadie que razone el amor. El sentir no se piensa, se actúa. Y el peronimos fue acción constante, fue entrega. Fue el corazón, la vida de Eva puesta al servicio del pueblo.
Claro, que los iluminados tanto de derecha como de izquierda nos dicen que el pueblo fue engañado por la demagogia peronista. Que las pelotas, las cacerolas, la sidra y el pan dulce eran la herramienta para engañar al pueblo. Porque el pueblo, por ser inculto no puede distinguir quien lo beneficia y quien lo perjudica.
Nunca van a entender los mediospelos que no solo era lo que se daba, no era la cosa en si misma. Era el amor que llevaba ese regalo, el sentimiento de cariño. Siempre voy a ser peronista, por que recibo afecto, me quieren como soy y encima, ahora tengo la posibilidad de levantar la cabeza y decirle al patrón: ¡no, así no, tengo derechos!
Siempre fui peronista, desde antes que aparezca Perón. Porque siempre sentí, porque me dolía la pobreza, las carencias me dejaban marcado. El rechazo llenaba de furia. Pero el corazón no lo entregue nunca.
El Corazón que necesité para darme cuenta de quien es el que me quiere, y quien va a ser siempre el que me odie.
El que realmente engaña es ese que nos dice que debemos razonar. Mientras nos rompemos la cabeza intentando pensar, la vida se nos va esperando la pelota, la cacerola, la sidra y el pan dulce. La razón iluminada de los bienpensantes de este país jamás entregará el corazón a los "otros". Por que sentir es ser un bárbaro.
Sin embrago estoy convencido que el pueblo siente y esa pasión puesta a andar es la mejor inteligencia que puede existir.

En el prologo de su libro Perón, Galasso, evoca una charla con su padre, que del socialismo había pasado al peronismo. Galasso que se decía socialista le pregunta al padre, porque se había vuelto peronista. El padre, un propietario de una joyería, le contesta " Acá en el barrio, desde 1946, tengo clientas nuevas, se trata de las empleadas domesticas, que nunca antes habían pisado mi negocio. Ahora, venían a fin de mes y compraban una pulsera. Al mes siguiente le agregaban un dije, al otro mes otro dije. Meses después una cadenita. Yo las conocía de verlas pasar solamente, nunca habían sido consumidoras. ahora si, pero además, estaban más altas, porque habían dejado las alpargatas y usaban tacos altos. (...) Es decir de esclavas se habían elevado a mujeres (...) Ya no se dice siervas, sino empleadas domesticas. (...) Las veo volver al trabajo los lunes la mañana, todavía medias dormidas después de haber gozado de su libertad."
Salute, felicidades. Disculpen alguna desprolijidad. Gimnasia y Esgrima de La Plata y Perón, un solo corazón.