Se pudo, se puede, se podrá

Escribo estas lineas lleno de alegría, pleno de esperanza por lo por venir. Esta madrugada festejamos un paso gigante para la democracia argentina. Como todos saben fue sancionada la ley de servicios audiovisuales. Festejamos hasta tarde y ahora volcamos las sensaciones vividas y las ideas a compartir.

Cuando las pantallas colocadas frente al congreso mostraron el resultado de la votación una sensación de libertad recorrió mi cuerpo y los sueños se permitieron volar lejos, para posarse en la realidad y decir: Sí, podemos. Podemos caminar con pasos firmes hacía un futuro de igualdad para todos los argentinos.

Después de salir derrotado en la ciento veinticinco y sobre todo posterior a las elecciones del 28 de julio, los opositores daban por muerto al gobierno encabezado por Cristina y pedían a gritos que se entregue, que claudique, que el nuevo orden de derecha debía ser impuesto por los ganadores.

Los hechos demostraron lo contrario. Y anoche quedo claro que la Sra. Presidenta no claudica y profundiza el camino iniciado en 2003. La ley sancionada esta madrugada es un golpe al corazón de los verdaderos dueños del poder. El concenso, verdadero, logrado para sancionar esta ley, demuestra que diferentes organizaciones populares, acompañadas por un gobierno de convicciones, que no le esquiva al conflicto que genera el choque de intereses, egoístas por un lado y solidarios por el otro, logra avanzar en la democracia, en la distribución, en este caso de la palabra.

El pueblo puede ganar la batalla contra los poderosos. Esta debe ser la enseñanza. Todos aquellos que entendamos y luchemos por un mundo de iguales, no debemos equivocarnos. Tenemos que tener el horizonte claro y no ser funcional a los poderes de siempre. No caer en egos personales ni en falsas banderas, ni en la idea de cuanto peor, mejor.

Mi mayor admiración para Cristina, primera mujer elegida como presidenta por el voto popular. Una mujer llena de agallas, de ovarios, para enfrentarse a los poderes establecidos, para mostrarnos el camino de la lucha. Para decirnos que las utopías son posibles. Que el camino es largo y lleno de piedras, pero que se puede, se debe, se tiene que seguir luchando por una patria justa y soberana.

Salu´ cumpas. Sigamos festejando aprestándonos a las batallas por venir.