
Crecí en un barrio de calles de tierra, zanjas llenas de panzuditos y potreros. Casi todo el día dando vueltas por el barrio, un partido, una escondida, una emboscada y muchos otros juegos. Al lado de mi casa vivía mi abuela. Para entrar a la casa de mi abuela había que pasar una especie de zaguan, o un cuartito antes de acceder a la cocina. Y en ese lugar había una foto de Evita. Estoy hablando de los años '80. Mi abuela decía que nadie nunca podía ser y menos hacer lo que hizo Evita por los pobres, por ella, por mi abuelo, y con certeza lo que hizo por mis viejos y claro, por mi. Pero mi abuela no solo nombraba a Eva. Muchas veces me contó...