Iglesias, Aguad, si los cruzo por la calle...

Comparto las siguientes declaraciones realizadas por el impresentable Fernando Iglesias.

"Un país también se hace con grandes empresas”, sostuvo Iglesias en declaraciones radiales. También vaticinó que “vamos hacia una democracia chavista, en la que el Parlamento es simplemente una cámara de ratificación de leyes que se elaboran en otro lado”, en lugar de debatir los proyectos. “Lo único que falta –insistió el lilito– es que el Gobierno llame a sus amigos para que elaboren una ley, les dé seis meses y después el Parlamento tenga que sancionar todo a las corridas.”

La desesperación por continuar en su cargo o acceder, el día de mañana, a uno superior, los hace defender lo indefendible. Decir que la ley de servicios audiovisuales atenta contra las grandes empresas, en este caso Clarín, es dejar en claro que la ideología de este detestable personaje es que existan grandes grupos no regulados por el estado y que el resto miremos absortos la realidad que nos pintan. Sigue hablando de debatir, cuando él y su bloque se escaparon del recinto porque no tienen argumento alguno para rebatirla.

Dijo otro de los mosqueteros de Clarín: "Aguad", –que ordenó que su bloque se levantara del recinto cuando la ley se discutió en Diputados– aseveró que “habrá una clara mayoría a partir del 10 de diciembre que estará por el cambio de esta ley” y se mostró “partidario de una nueva” normativa para los medios de radiodifusión. “Si somos todos los que creemos, tenemos que ser 134” los legisladores que estarían a favor de cambiar la flamante ley, se entusiasmó el cordobés, que apuntó que si bien “siempre las leyes son revisadas con un tiempo prudencial, en este caso, el Poder Ejecutivo está atropellando al país, y esta ley menoscaba la institucionalidad."

El descaro de estos personajes roza lo inverosímil. El deseo de ser ellos los próximos que gobiernen no les permite ver que esta norma los beneficia. No sufrirán las presiones de un andamiaje de la comunicación en pocas manos. Pero no solo me quedo en esto. Esta claro que detrás de estos tipos están los poderes de siempre, los que se consideran los dueños de la Argentina. Todos estos detestables personajes, republicanos ellos, son en realidad, la vuelta de a los '90.

Que nieguen la ley de servicios audiovisuales no tiene goyete. Que le den la espalda a todas las organizaciones sociales que bregaron por este cambio durante tanto tiempo es de una miseria humana muy profunda.

Debemos ser respetuosos de la diversidad de pensamientos, de ideas y de propuestas. Pero no de la mentira. Por que todo lo que dicen estos muchachos republicanos es una falsedad tan grande, que por su propio peso se va a terminar cayendo.


La batalla continúa, a trabajar cumpas por lo que viene...